miércoles, 29 de junio de 2016

Corrupción, un problema ético



Corrupción, un problema ético


A lo largo de la historia la corrupción ha sido un definido como el mal uso del poder encomendado para obtener beneficios privados. La corrupción es un problema legal, pero a su vez se constituye en un problema moral y ético que afrenta nuestra calidad humana, produce la desmoralización general de un país y evidencia la crisis de valores. Sus manifestaciones se consideran uno de los fenómenos más graves que asechan a la humanidad, por las devastadoras consecuencias que puede traer para el orden económico, político y social, por ir contra los principios, los valores éticos y morales que dignifican nuestro proceso social.

Cabe resaltar que Estado establece ciertas normas jurídicas que los individuos están obligados a cumplir, sin embargo, pero como hemos mencionado antes el problema de la corrupción no radica en las leyes, es un conflicto de carácter moral y ético. Pero que es moral y que es ética, la moral constituye un conjunto de normas que se consideran justas y que generalmente regulan las conductas individuales del hombre de acuerdo a la cultura de la época, la ética por su parte es una reflexión sobre las mismas, estudia las diferentes morales y sus cambios a través del tiempo intentando dar razones de cómo deberían ser.
Por otro lado, la corrupción traes unos efectos muy relevantes como son:
1)   No alcanzar un bien común, por lo que las decisiones que toman algunos funcionarios responden a motivos personales o de ciertos grupos, en lugar de estar destinados a intereses sociales o comunitarios.
2)  Impide que el Estado garantizarle a la ciudadanía, derechos fundamentales como la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral que la Constitución guatemalteca establece (pobreza, delincuencia, analfabetismo).
Todo esto, mencionado anteriormente sobre la corrupción afecta tres cosas esenciales en la sociedad como es la economía puesto que provocando que las cosas o bienes y fundamentalmente los servicios que debe presentar el Estado a la población –tales como el agua potable, carreteras, energía eléctrica, etc., en lo  Político debido  a que reproduce y asegura la exclusión política, de modo que no todos tengamos acceso a los cargos de decisión y mantiene la desigualdad social, separando cada vez más a los ricos de los pobres, sin permitirnos alcanzar un nivel digno de vida; ayuda a la existencia de redes de complicidad entre grupos minoritarios con poder, que contribuyen a que no se sanciones a los que comenten delitos y mantener la impunidad, y en lo Social puesto que agrava las diferencias entre los seres humanos, limitando el papel del Estado como ente que da respuesta a las necesidades y demandas de toda la población, ya que actúa a favor únicamente de los que conservan influencia, dinero y poder, afectándonos al resto de los ciudadanos.
Enfatizando mucho más profundo en el tema, la corrupción como problema ético que afecta el pleno desarrollo de una sociedad, ya que sus diferentes manifestaciones asechan y desorientan el orden económico, político y social, porque algunas personas utilizan los bienes públicos para satisfacer sus necesidades individuales por encima de las colectivas, viéndose afectadas los derechos de los seres humanos. Debemos entender que “La corrupción es el incumplimiento del pacto de la justicia” (Rawls, 2002) este incumplimiento deriva de la baja calidad educativa no solo de la impartida en la escuela sino la que nos enseñan en casa, la cual viene en decadencia por la pérdida de valores éticos que un ser humano debe poseer.
La corrupción además de ser un problema legal es un problema ético que degrada nuestra calidad humana, produce la desmoralización general de un país y evidencia la crisis de valores existentes dentro del mismo; cabe resaltar que este problema no radica solamente en el incumplimiento de leyes establecidas, sino que es un conflicto de carácter moral y ético, o sea que es del pensar y actuar del individuo mismo, el cual en la modernidad se ha convertido en sujeto egoísta y materialista. Sabemos que la sociedad se degrada, se corrompe, cuando actúa de forma egoísta, persiguiendo objetivos individuales en lugar de buscar el bien común. En muchas ocasiones al buscar beneficios propios se tiende a abusar y maltratar al menos favorecido, lo que se conoce como abuso del poder, lo irónico es que ese poder que lo tienen algunos pocos es dados por la gran mayoría, que deposita su confianza en los gobernantes, para que ellos lleven las riendas de un país y manejen los recursos públicos.

Para  concluir es inminente cambiar este problema es necesario rescatar los valores éticos, es por ello recomendable que en el seno materno, así como en los  sistemas educativos se pretenda formar el carácter y  la personalidad y esta se sustente esencialmente en la moral, en el que se considere los valores, la formación del ser humano,  de un buen ciudadano, de un hombre responsable, de un hombre con amor a sus valores patrios, con  reconocimiento de la dignidad humana como posibilidad para la vida de una sociedad, de una verdadera convivencia social, en donde la dignidad, el respeto, el bienestar y el desarrollo integral de todas las personas sea el foco que guíe  nuestras acciones para formar  un ambiente social de justicia y paz.


Situación problema del tema

Partiendo de todo lo anterior en una familia se convierte en tradición aspirar a cargos políticos en cada generación. Siempre se educa desde la casa a los niños para servir a los demás y buscar el bien común en caso que logren ser parte de un puesto político. Francisco criado por sus padres con valores y una cultura justa y moral aspiro a convertirse en Alcalde de su municipio ganado las elecciones y quedándose con el puesto.

Francisco y su esposa desean tener recursos importantes para la educación a futuro de sus hijos, ya que los costos para los colegios y la universidad son muy elevados y difíciles de manejar a largo plazo cada día es más complejo ingresar a estudiar y mucho más difícil costear todo el proceso educativo, es por ello que esta (esposa) intenta persuadir la mente de Francisco para utilizar su puesto de alcalde para beneficio familiar. Esta situación lleva a Francisco a comenzar a pensar si debe aprovechar su lugar como Alcalde para obtener mayores ingresos o si debe actuar legalmente por el bien del pueblo como se le enseño desde su casa.


Desde el caso anterior ¿Cuál sería la mejor decisión para Francisco teniendo en cuenta las ideologías y la cultura familiar y socio-cultural? ¿Cree que, ante la difícil situación de corrupción en la política y la educación, Francisco debería actuar de la misma forma y sacar provecho de su cargo o función? ¿Si Francisco desea actuar bajo la ética y moral familiar y profesional como debería obrar?


Referencias Bibliográficas
ü  Arland, Rodolfo. Ética o Corrupción: El dilema del nuevo milenio. Fundación Estado y Sociedad. 2002. P, 2
ü  Carpio Adolfo P, “Principios de filosofía: Una introducción a su problemática”, Glauco, Buenos Aires 1995.
ü  John Rawls, filósofo estadounidense 1921 -2002, sus aportes a la ética respecto a la política y sobre la justicia fueron una contribución muy importante para la filosofía política.
ü  López Zurini, “Nociones de Historia de Derecho Político”, Cooperadora de Derecho y Cs. Sociales. Buenos Aires, 1976 Schujman Gustavo, Filosofía, Aique, Buenos Aires, 2004
 

martes, 14 de junio de 2016

Reflexión Teorías Éticas



La palabra ética deriva de ethos, que en griego significa carácter (es evidente la relación entre ambos). Los hábitos y las costumbres determinan nuestro carácter o personalidad, y acaban por condicionar nuestras acciones concretas.

La ética es fundamentalmente teórica, aunque está orientada a dotar al hombre de unas pautas concretas e comportamiento, mientras que la moral es más práctica, puesto que detalla unas normas que se encuentran fundamentadas en la reflexión ética.

Las teorías éticas tienen carácter normativo, pretenden la fundamentación de los postulados y normas morales. La ética es solamente una reflexión acerca de la moral. No pretende crear una nueva moral, porque sería una pretensión inútil.

Una teoría ética es una teoría filosófica que intenta fundamentar la moral, es decir, justificar su validez y legitimidad. Como toda moral, consiste en una serie de preceptos o normas (busca el término medio, haz lo que beneficie a la mayoría...) y una serie de valores (templanza, utilidad, felicidad…), la teoría deberá justificar precisamente estas normas y valores. Según el tipo de fundamento que proporcione, hablaremos de un tipo de teoría ética o de otro. Así, serán teorías distintas las que conciben y defienden la moral como una búsqueda de la vida buena o como el cumplimiento del deber.

Las distintas teorías éticas que se han dado a lo largo de la historia pueden dividirse en varios tipos, no sólo por el fundamento concreto que dan de las normas morales, sino también por el modo particular de darlo.

Las conductas humanas pueden ser justificadas desde el punto de vista moral acudiendo a distintas teorías éticas. Cada una de estas teorías parte de una determinada concepción de lo que es el bien, de lo que es bueno. Desde diversas perspectivas, las diferentes teorías éticas tratan de ofrecer una justificación de las actitudes morales y del carácter moral, ofreciendo también un modelo ideal de moralidad, un ideal de la buena vida, de la vida acorde con los valores morales.

Las éticas más significativas se pueden agrupar en alguno de estos tres modelos:

  • éticas teleológicas
  • éticas deontológicas
  • éticas dialógicas
  • Éticas teleológicas


Los que defienden este tipo de ética sostienen que la vida humana tiene una finalidad: por ello se llaman “teleológicas”, que quiere decir que se orientan hacia la consecución de un fin. Y este fin es la búsqueda de la felicidad. Todo lo que hacemos los seres humanos tiene una meta, alcanzar la felicidad, pues eso es lo que perseguimos con todos nuestros actos. En consecuencia, la vida buena consiste en hallar los medios adecuados para lograr ese fin, que es nuestro bien máximo. Las normas morales se justifican entonces por su contribución al logro de la felicidad humana: “debo seguir aquel código moral que me ayuda a alcanzar la felicidad”.
  Modelos de éticas teleológicas:
La felicidad no significa lo mismo para todos, sino que hay muchas maneras diferentes de entender en qué consiste la felicidad y cuáles son los medios para alcanzarla. Por ello, existen diferentes tipos de éticas teleológicas:
  •   El eudemonismo

El término “eudemonismo” proviene del griego eudaimonía que significa “ felicidad ”, la cualconsiste en el ejercicio, la actividad y la perfección de las capacidades y disposiciones propias del ser humano. Ser feliz, en suma, consiste en autorrealizarse ejercitando las disposiciones con las que estamos dotados.  
El creador y representante más significativo del eudemonismo es el filósofo griego del siglo IV a.C. Aristóteles.  Para Aristóteles, la actividad más propiamente humana es lo que los griegos llamaban “contemplación” ( teoría) que no es sino el ejercicio de las actividades intelectuales: el pensamiento y la argumentación: el ser humano es un “animal racional” y, por tanto, su felicidad está en el uso de su facultad más propia, la razón.
Pero nuestra vida no se reduce sólo a la contemplación, sino que actuamos constantemente en otras áreas vitales y con otras motivaciones (económicas, deportivas, laborales, sentimentales, etc.): estas actividades también influyen en la felicidad humana y, por ello, es necesario escogerlas y realizarlas con sumo cuidado. La virtud que nos guía en la correcta elección es lo que Aristóteles llamó PRUDENCIA y, según él, consiste en la moderación y elección del “termino medio” rechazando los extremos (el exceso y el defecto o insuficiencia ).

  •  El hedonismo: 
El hedonismo mantiene que la felicidad consiste en el placer . Por ello, la máxima moral hedonista se puede resumir en la afirmación: “debes buscar el placer y rechazar el dolor”.Ahora bien, por placer no entienden los hedonistas meramente el placer sensible, sino también y fundamentalmente otro tipo de placeres conectados con la amistad, el uso del intelecto, los sentimientos y la autorrealización del individuo.
El hedonismo aparece como teoría ética en la obra del filósofo griego Epicuro (341- 270 a .C.) y será luego continuada por el filósofo romano Lucrecio (96- 55 a .C.) y desde entonces por diversos pensadores a lo largo de la historia de la filosofía.
  • La ética estoica:
El estoicismo, que surge en la antigüedad en Grecia y se desarrolla sobre todo en la Roma imperial, es una de las doctrinas morales más importantes de la historia del pensamiento.
Para los estoicos el primer imperativo ético es vivir conforme a la naturaleza, lo cual equivale a decir conforme a la razón, pues la naturaleza es racional, es un orden justo.
Como el orden universal es justo, la aceptación del destino se convierte en la actitud debida. El hombre virtuoso es el que no se rebela contra el destino, el que acepta lo que le pasa porque comprende que estaba determinado a pasar. Todos los seres obedecen necesariamente al destino, unos por la fuerza y otros de buen grado. Allá donde el bueno va voluntariamente, el malo va por la fuerza. "Non pareo Deo sed assentior" (No obedezco a Dios, sino que me adhiero a lo que Él establece), dice Séneca. Ahí radica toda la dignidad y la libertad del hombre: conocer el orden necesario del mundo y ser parte consciente del mismo. Esta es la ventaja del sabio sobre el ignorante, lo que le da el estado de imperturbabilidad, que es el estado de felicidad para los estoicos: que sabe que todo está determinado.
Ahora bien, estando todo determinado, ¿en qué queda la libertad humana? En conciencia de la necesidad, la cual tiene un rendimiento práctico: la imperturbabilidad.
Todo obedece necesariamente al destino, como hemos dicho, pero el hombre puede resistirse a él, porque la razón del hombre puede extraviarse y oponer al bien universal un bien propio ficticio: salud, riqueza, honor, etc.

La naturaleza humana, como parte congruente con el todo de la naturaleza cósmica, es la norma de conducta, y toda tendencia natural es, por tanto, buena. Pero la naturaleza humana puede desorientarse, proponiéndose aquel bien ficticio, y entonces surge la pasión (pathos). Crisipo distingue cuatro tipos de pasiones:
  • -dolor, ante el mal presente
  • -temor, ante el mal futuro
  • -placer, ante el bien presente
  • -deseo, ante el bien futuro

Las pasiones separan al hombre de su felicidad y le hacen correr detrás de falsos bienes materiales; a medida que el hombre se afana en la consecución de esos bienes materiales, mayor es la necesidad (ficticia) de ellos. Frente a la pasión, la virtud consiste en el autodominio y en la apatheia (impasibilidad).

El desorden pasional proviene del error del juicio (de la inteligencia) y de una falsa opinión. La razón es culpable de este falso juicio.
Veamos. Todos los seres poseen un impulso instintivo a su propia conservación. En los seres inorgánicos, en los vegetales y en los animales ese impulso es inconsciente. Pero el hombre se distingue por poseer razón, con lo cual se eleva el impulso natural a volición racional, es decir, a elección. Por ello, en todo lo que hace el hombre hay un asentimiento de la razón. Si la pasión se origina, por tanto, es con el asentimiento de la razón. Los estoicos intentan mostrar hasta qué punto las pasiones dependen de nosotros. El mismo Crisipo habla del prejuicio que nos hace creer que es bueno y apropiado entregarnos a la tristeza cuando muere un pariente.
Siendo un efecto causado por un mal juicio, la pasión debe ser corregida atajando éste. Los estoicos pretenden apartar al individuo de las pasiones no por una resistencia -ascética- directa a ellas, sino por una corrección del juicio mediante máximas o sentencias razonadas (y este es el papel de la filosofía).

  • -La indiferencia de los bienes exteriores.
Sólo la virtud es un bien. Todo lo que no sea ni virtud ni vicio, tampoco será bueno ni malo, sino indiferente. Salud, enfermedad, riqueza, pobreza, suerte o infortunio, en tanto no dependen de la virtud o el vicio, son indiferentes. Todo es nada, salvo la disposición interior que es la sabiduría. En lo que nos sucede no hay bien ni mal: es lo mismo a efecto moral (que es la índole interior del hombre) ser rico que pobre, la enfermedad que la salud. Lo que distingue al sabio del hombre imperfecto es que no tiene más apego a lo uno que a lo otro; o, por lo menos, que no tiene un apego incondicional. (Crisipo ridiculiza, consecuentemente, los mitos platónicos sobre las recompensas y castigos de la otra vida, precisamente porque, según Crisipo, la virtud es autosuficiente y nunca deseable por otra cosa que ella misma). La virtud es lo único que debe perseguirse.


  • -El Cosmopolitismo.-


Los estoicos consideran un dictado de la razón el vivir en sociedad y participar en los asuntos públicos. Todos los hombres tienen una naturaleza común, que es la razón. De ahí que sólo deba haber una ley para todos los hombres y que todos ellos tengan una sola patria. El hombre (el sabio) no es ciudadano de este o aquel Estado particular, sino del mundo.

  •  El utilitarismo:  

El utilitarismo como corriente ética aparece fundamentalmente en la obra de Jeremy Bentham (1748-1832) y de John S. Mill (1806-1876).

Según estos autores, el móvil de la conducta humana está en la búsqueda del placer, pero su adquisición no se entiende como un logro del individuo singular, sino de la sociedad: la felicidad consiste en el bienestar de los muchos .Así pues, el criterio racional que hemos de utilizar para apreciar la moralidad de un acto es la consideración de las consecuencias que se derivan de él para la felicidad humana.

Referencias: